No quiero que el tiempo pase veloz e inerte.
Quiero detenerte en una millonésima de espacio-tiempo,
En una hora convertida en un segundo,
Quiero que este beso fugaz recorra todo el firmamento,
Quiero que nos montemos en un cometa
Y naveguemos por el universo.
No quiero subir las persianas y ver que está lloviendo,
No quiero abrir los ojos y verte marchar en silencio.
Ven, ¿a qué esperas?
La vida es breve y la felicidad eterna.
No quiero que descubramos que ha pasado nuestro tiempo
Y no nos hayamos unido en un torrente de carne bajo las sábanas,
En dos soledades amantes y hermanas,
Buscándose ansiosamente de arriba abajo de la cama.
Quiero mirarte a los ojos y decirte que eres mía,
Que esta noche tu carne, tus muslos, tus senos, tu mirada, serán poesía.