sábado, 17 de diciembre de 2011

Está lloviendo en Macondo

No quiero que el tiempo pase veloz e inerte.

Quiero detenerte en una millonésima de espacio-tiempo,

En una hora convertida en un segundo,

Quiero que este beso fugaz recorra todo el firmamento,

Quiero que nos montemos en un cometa

Y naveguemos por el universo.

No quiero subir las persianas y ver que está lloviendo,

No quiero abrir los ojos y verte marchar en silencio.

Ven, ¿a qué esperas?

La vida es breve y la felicidad eterna.

No quiero que descubramos que ha pasado nuestro tiempo

Y no nos hayamos unido en un torrente de carne bajo las sábanas,

En dos soledades amantes y hermanas,

Buscándose ansiosamente de arriba abajo de la cama.

Quiero mirarte a los ojos y decirte que eres mía,

Que esta noche tu carne, tus muslos, tus senos, tu mirada, serán poesía.

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